Esterilizando biberones

Durante sus primeros meses tu bebé es muy vulnerable a virus, bacterias y parásitos. Por este motivo es fundamental la higiene del biberón. El lavado solo no es suficiente protección, siendo también necesario que lo esterilices luego de cada uso.La forma más tradicional de hacerlo es usando una olla con tapa reservada para esta función. Llénala de agua, sumerge completamente el biberón con su tetero y déjalo hervir por 10 minutos aproximadamente sin que el agua se evapore.También hay esterilizadores eléctricos o para microondas que funcionan usando vapor. Son muy efectivos y muy fáciles de usar siguiendo las instrucciones de cada modelo.La tercera forma de hacerlo es en frío, utilizando una solución química. Puedes aplicarla a todos los elementos a excepción de aquellos que sean metálicos. Se puede conseguir en tabletas o líquidas y cada paquete trae la cantidad de agua y de solución que debes aplicar. Una vez preparada, asegurate de que todos los elementos de la mamadera hayan quedado bien sumergidos. Transcurrido el tiempo requerido debes sacar las cosas con tus manos limpias y dejarlas escurrir. La solución debe cambiarse cada 24 horas.Si notas que el biberón tiene marcas o pequeñas rasgaduras lo mejor es que dejes de usarlo porque la esterilización no sería completamente eficaz y es posible que quede alguna bacteria.Durante un mismo día vas a usar muchos biberones. Una forma de ahorrarte un poco de tiempo, que como madre ya no te va a sobrar, es realizar la esterilización de varios juntos. Puedes usar un biberón, lavarlo y dejarlo para terminar su proceso de higienización al final del día junto con las otras que hayas usado. Una vez esterilizado, puedes guardar el biberón en la heladera durante 48 horas.